Debes sacar la basura en bolsas pequeñas.
Es cuestión de higiene. Todo lo que haces produce cáscaras, envoltorios, sobras.
Es importante que tengas siempre bolsas pequeñas que se llenen enseguida. En cuanto estén llenas haces un nudo y las colocas cerca de la puerta. ¿Te acordarás?
Colócalas de forma que cuando salgas a la calle las veas y te acuerdes de bajarlas.
De nada sirve que las vayas amontonando. Estaríamos en las mismas. Si se juntan muchas te costará trabajo, te dará pereza y el montón podrá contigo. No lo permitas.
De todas formas, si se te acumula la basura no te vengas abajo. Arremángate y ve a por ella. En ese momento no hay nada más importante. Todo son excusas.
Prométeme que no usarás bolsas grandes. Esas que llaman industriales. Es la forma más higiénica de acumular basura en casa. Cuando empieza a oler haces un nudo y crees que el problema está resuelto. Pero no es cierto. Con el tiempo acaban rompiéndose, todas tienen alguna parte más débil, todas se rozan con algo, se enganchan y entonces el olor, el olor no te deja acercarte a ellas. Cierras la puerta y condenas ese cuarto. La basura se crece, empieza a creerse ganadora y te amenaza con ese olor, por debajo de la puerta.
Nada de bolsas grandes.
Es fácil, bolsas pequeñas, recuérdalo, sácalas a diario.
Este consejo es mi legado, también te dejo la casa de la playa, pero no olvides el consejo, vale más.
Ahora deja de llorar y vete, deja a este viejo morir en paz.
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