la loca

La mujer que llevo dentro también te quiere a ti.
Y no la siento como rival. Soy yo a fin de cuentas, pero me da coraje.
Ya sabes como sois las mujeres.
A veces cuando quiero mirarte la pillo contemplándote, y cuando voy a tocarte la sorprendo acariciándote.
Es cuando me distraigo, cuando estoy ocupado o preocupado por alguna cosa que ella aprovecha. No soy tonto, ¿Sabes?
Soy distraído, tengo la cabeza llena de máquinas imposibles que solucionan todos los problemas pero aún no funcionan. Pero puedes estar segura de que soy capaz de todo, incluso de arrancarme los pelos de la nariz a tirones sólo para que sepas que estoy aquí.
Aun concentrado en lo mío puedo verla con el rabillo del ojo buscando el momento, esperando tu gesto para hacerte confidencias, contarte cosas que sólo ella puede contarte, insinuando, dando a entender. Pero yo estoy ahí siempre. Faltaría más.
Se muere de ganas de cogerte aparte para contarte cosas de mi. Se nota que os entendéis bien. Ella te comprende mejor que yo, lo reconozco. Tiene tiempo y paciencia para hablar largamente de cosas aparentemente inocuas.
Te llevará a su terreno sin que te des cuenta. Te conoce mejor que tú misma. Te diría que mi forma de poseerte es sólo una aproximación, que de ser posible te tendría entera, en cuerpo y alma, tu mente, tu aire y tu voluntad.
Pero tú sabes que te quiero libre, lo sabes ¿No?
Te insinuaría que sería capaz de cortar tus alas, de atarte con soga corta, de cerrarte en una botella sólo para tenerte siempre.
Pero sabes que no soy así. Tengo claro que con esa actitud solo conseguiría perderte.
No se si la mujer que llevo dentro será capaz de cogerte a solas ni como lo haría. La conozco, es tenaz y si hay alguna oportunidad la aprovechará. No va a poder. Que tontería, yo soy yo y estoy aquí.
Pero de todas formas, si algún día lo consigue, no le hagas caso a esa loca envidiosa.

No hay comentarios: