cosas de enanos (2)

LO DEL CAJERO

Por cierto, el enano del corazón se cogió unos días y se fue a conocer mundo.
Inquieto como es, estuvo trabajando en un cajero automático. Así se relajaba.
Contaba los billetes, imprimía saldos y calculaba comisiones. Estaba todo el día ocupado sin pensar en nada más.
Estaba a gusto, pero empezaba a aburrirse.
Volvió temeroso, porque sabía que el enano de la cabeza le iba a echar una bronca monumental.
Se encontró todo manga por hombro.
- ¿Que ha pasado aquí?
El enano de la cabeza no estaba enfadado. Lo abrazó y le dijo al oído:
- Te he echado de menos, cabroncete.

No hay comentarios: