Necesitas:
Dos limones, dos litros de agua, un poco de azúcar, una hoja de periódico.
Coges dos limones del árbol del camino. Si los coges de las ramas que caen a este lado no es robar.
También puedes caminar hasta la frutería y comprarlos. Si hablas con el frutero te dirá que son buenísimos.
Pones la radio, algo que te guste, y te dispones a exprimir los limones. Los cortas por la mitad y aprietas. Si oyes a los limones gemir es que no tienes la radio lo bastante alta. Pero no te detengas, aprieta, no es momento de sensiblerías.
Entonces mezclas el jugo y el agua. Se puede colar el resultado.
Cuando estés con el embudo, la botella y el colador, el niño te dirá que la perrita le muerde los pantalones. Detenlo todo un momento. Enrolla la hoja de periódico y dásela para que se defienda.
Cuando todo esté en la botella, añade el azúcar. No agites. Deja que el azúcar se pose en el fondo del recipiente y se acomode.
¿Ya? Ahora cierra la botella y dale la vuelta. Ahora si, agítala suavemente hasta que el azúcar desaparezca.
Deja la botella sobre la mesa unos minutos para asegurarte de que el azúcar se ha disuelto y no vuelve a juntarse en el fondo. Tienes tiempo para comprobar que el niño no persigue cruelmente a la perrita con la hoja de periódico.
El primer vaso es para ti. Si está muy dulce o muy ácido no añadas nada. La próxima vez será.
Consérvese en lugar fresco.
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